El programa de Formación Espiritual se enfoca en cultivar una vida centrada en Cristo mediante prácticas como la oración, la meditación en las Escrituras, el silencio y la reflexión. Está diseñado para ayudar a los participantes desarrollar una mayor sensibilidad al Espíritu Santo y a experimentar una transformación interior profunda. A través de este proceso, buscamos formar discípulos que vivan con intención, integridad y un compromiso renovado con el Reino de Dios